UNA VEZ QUE SE RAJA NO VUELVE A SER IGUAL…
«La amistad, o es una virtud, o va acompañado de ella, y es además lo más necesario para la vida. Sin los amigos nadie querría vivir, aunque poseyera todos los bienes del mundo; hasta los ricos y en los puestos de altos cargos y en el poder parecen sentir con la máxima fuerza esa necesidad de amigos.»
Aristóteles. Ética a Nicómaco: Libro VIII.
Los amigos. La familia que se escoge, que se elige de entre millones de personas, y la escoges tú, por ti mismo y de propia elección. Tus amigos no nacen contigo, no te ven nacer ni llegar a este mundo, pero el verdadero amigo si te verá morir, si las circunstancias lo permiten. Será el que te llore cuanto tu alma esté dispuesta a partir, mientras una parte de él mismo morirá contigo puesto que dos amigos son y siempre serán, uno solo, "un alma que habita en dos cuerpos".
Pero tú morirás feliz sabiendo, que cuando tu fuego interior se congele y no haya mas sueños y objetivos que encender, alguien te seguirá recordando y no morirás pues habitarás en la persona que piensa en ti. "Porque nadie muere si hay alguien para recordarlo", y por esta razón entre otras es por la que necesitamos amistad. Necesitamos tener la certeza que de al pasar por este cruel y efímero mundo, dejemos huella a alguien, aunque solo sea una persona, y que nuestras huellas no se borren conforme vamos avanzando por el camino, sino que siempre haya alguien que este dispuesto a repasarlas y proclamar a los cuatro vientos: "El estuvo aquí."